Angioedema (también conocido como Qincke Edema): Un síntoma de alergia muy peligroso

Angioedema (también conocido como Qincke Edema): Un síntoma de alergia muy peligroso

El edema de Quincke también es conocido como angioedema. Es una enfermedad rara donde la reacción alérgica no se produce en la piel sino en el tejido subcutáneo, su origen es genético y es causada por la deficiencia funcional de la enzima C1 inhibidor. Implica la inflamación de la cara, principalmente en ojos y boca, pero puede tornarse peligrosa porque puede obstruir las vías respiratorias y provocar asfixia.

Un diagnóstico adecuado es fundamental para evitar consecuencias fatales, que si bien son poco frecuentes, se pueden llegar a presentar cuando la alergia alcanza todos los tejidos del organismo. Un choque anafiláctico suele manifestarse primero con la aparición de una sensación de picor que poco a poco avanza progresivamente por todo el cuerpo hasta la garganta donde aparecerá una crisis de asma. Además, éstos síntomas pueden ir acompañados de náuseas y dolores abdominales. Los pacientes con Edema de Quincke deben ser controlados regularmente por un profesional que esté familiarizado con este padecimiento.

Los principales alérgenos involucrados son: anestésicos, picaduras de insectos, medicamentos, alimentos, e incluso, el contacto con el látex. La reacción alérgica también puede ser ocasionada por intolerancia a los rayos ultravioletas y una exposición prolongada al sol puede producir los síntomas.

Si se presenta una urgencia con síntomas de angioedema (hinchazón de los labios, ojos, cara y garganta) se debe prevenir la presencia de un shock anafiláctico. Un profesional debe inyectar adrenalina al paciente para contrarrestar la reacción alérgica. Será necesario comunicarse con un servicio de emergencia y controlar los síntomas tan pronto como sea posible. Posteriormente, el paciente debe someterse a una prueba para detectar el alérgeno responsable y comenzar un tratamiento basado en el diagnóstico, la mayoría evitando nuevas exposiciones.

FABER es la prueba ideal para hacerlo, ya que sólo requiere una pequeña muestra de sangre, sin interrumpir la medicación.

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